PISAURA MIRABILIS

También conocida como araña lobo, es relativamente fácil observarla en nuestro entorno.
Casi en cualquier lugar de Europa con vegetación abundante, con mayor frecuencia en los caminos de los bosques y en algún descampado con matorrales y arbustos.
Se puede encontrar por tanto en ambientes secos, alejados del agua, al contrario que la Pisaura Dolomedes (la otra especie de la familia Pisauridae que anda por estos lares). La Dolomedes habita ambientes encharcados y frecuentemente se desplaza sobre la superficie del agua, gracias a las abundantes escópulas del extremo de sus patas. (las escópulas son una especie de cepillo de pelos que se encuentra en el último segmento de las patas, llamada tarso.)


No son muy grandes, desde los 10-12 mm del macho, a los 12-15 mm de la hembra.
Él siempre presenta una coloración más oscura que la de ella.
Se los puede ver en primavera, aunque no es raro ver alguna hembra incluso en verano, cargada con su bolsa de huevos.
En los días soleados de principios de primavera es frecuente encontrar a ésta araña aposentada encima de grandes hojas expuestas al sol. En éste momento permanecen inmóviles, situadas en la cara superior de la hoja. A la menor perturbación, saltan rápidamente ocultándose de manera precipitada.
Caza preferentemente moscas de gran tamaño o saltamontes, apresándolos velozmente con las patas anteriores.
No construyen telas, excepto cuando nacen los pequeños.
El modo de aparearse de esta especie es una de las formas de conducta más fascinantes del mundo de las arañas.
A finales de primavera, cuando el macho posee los palpos llenos de esperma, dará caza a una presa. No lo envolverá con una fina tela para comérselo más tarde, sino que lo hará en una envoltura más densa.
La presa es un regalo.
El macho parte en busca de una hembra cargando con su obsequio. Si no encuentra una pasado un día, acabará comiéndoselo él.


Es de sobra conocido que algunas arañas hembra matan al macho confundiéndolo con una presa. Los machos de pisaura portan un seguro de vida.
Lo primero que hace el macho al acercarse a la hembra es mostrarle y ofrecerle su regalo, aunque todas las precauciones son pocas y lo hará a una distancia relativamente segura.
Es posible que la hembra rechace el regalo, pero él no se dará por vencido, llendo a buscar a otra más receptiva. Cuando la encuentre, ella se acercará al regalo, dispuesta a devorarlo. Teniendo los quelíceros de ella ocupados, el macho soltará la presa y se arrastrará lateralmente por debajo del abdomen de la hembra levantándolo ligeramente e introducirá uno de sus palpos en la abertura genital de ella. Estos palpos se han convertido en una especie de bolsas dónde, con anterioridad el macho almacenó su líquido fecundante.


Durante el apareamiento, que suele durar algunas horas, cada uno de los palpos es introducido de una a dos veces. Asimismo, durante este proceso, cada vez que el macho tiene que cmbiar de lado para poder alternar los palpos, muerde ligeramente y de pasada la presa que todavía está en posesión de la hembra. Finalmente la pareja se separa definitivamente y el macho se aleja.
Al cabo de unos días del apareamiento, normalmente a principios de verano, la hembra construye un capullo redondo de gran tamaño. Este capullo tiene normalmente un diámetro de 10 mm y es de color blanco o gris claro.


Durante dos semanas es transportado entre los quelíceros de la hembra y su esternón. Más tarde, antes de que las crías salgan del huevo, sujeta el capullo con una tela en forma de capucha. Las crías experimentan la primera muda cuando todavía se encuentran en el interior del capullo. Posteriormente lo abandonan y se reúnen debajo del mismo, en la capucha de tela construida por su madre...una especie de guardería que ella vigila a cierta distancia. En unos días, cuando estén preparadas, abandonarán el "nido".

1 comentario:

Ferran dijo...

La información sobre estas arañas es valiosísima. Muchas gracias por compartirla.